jueves, 1 de enero de 2009

Escrito antes de la incursión israelí en Gaza

Israel tiene que defender a sus ciudadanos.
por Amoz Oz.

El sistemático bombardeo contra los habitantes de pueblos y ciudades de Israel es un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad.
Es obvio que el gobierno israelí no quiere in vadir Gaza, sino que preferiría continuar con el cese de fuego que Hamas primero violó y después revocó.
Pero el sufrimiento de los ciudadanos que viven cerca de Gaza no puede continuar.
La resistencia para iniciar una acción en contra de Hamas no viene de la indecisión sino de saber que Hamas favorecería una operación armada por parte de Israel: si docenas o aún cientos de civiles, mujeres y niños palestinos resultan muertos por la acción del ejército israelí, el radicalismo se fortalecerá en Gaza, el gobierno de Abu Mazeb podría caer y los extremistas de Hamas podrían reemplazarlo.
El mundo árabe se unirá en las protestas por las atroces imágenes que difundirá Al Jaseera y la corte mundial de la opinión pública se apurará a acusar a Israel de crímenes de guerra. Esa misma corte de opinión pública que permanece inmóvil y en silencio frente al bombardeo sistemático de centros poblados en Israel.
Una masiva presión será ejercida en contra de Israel para que se detenga.
Pero no habrá una presión mundial equivalente en contra de Hamas, porque no hay a quién presionar. y no queda casi nada c con que presionar a Hamas.
Israel es un país.
Hamas es una banda armada.
Qué es lo que podemos hacer?
Lo mejor es conseguir un completo cese del fuego para aliviar el bloqueo de Gaza.
Si Hamas insiste en rehusar ese cese de fuego e insiste en seguir bombardeando objetivos civiles en Israel, deberíamos evitar una acción armada que le convenga a Hamas.
Sus cálculos son simples, cínicos y malvados: si civiles israelíes inocentes terminan muertos, mejor.
Si civiles inocentes palestinos resultan muertos, mejor que mejor.