domingo, 26 de abril de 2009

viernes, 24 de abril de 2009

Los dias que vendrán

LOS DIAS QUE VENDRAN

¿Cómo serán los días que vendrán?
¿cómo serán, de angustias o de paz?
¿cómo será el tiempo por venir?
¿qué traerá: invierno, pleno sol,
verano, cielo gris, amores o dolor...?

¿Cómo serán los días que vendrán?
¿será verdad que vienen o que van?
¿cómo pensar que nuestro caminar
lleve a un lugar en el que al llegar
delante no haya más y no haya más detrás...?

¿Qué se sentirá cuando alcancemos el final del viaje,
ya que en el tren de la vida tan sólo de ida son los pasajes?
¿cuando a una cierta hora la locomotora su marcha detenga?
¿cuando los rieles, siempre paralelos, fatalmente converjan..?

¿Cómo serán los días que vendrán?
¿cómo serán, de angustias o de paz?
¿cómo será el tiempo por venir?
¿qué traerá: invierno, o pleno sol,
verano o cielo gris, amores o dolor...?

sábado, 18 de abril de 2009

Una carta de Itizghson

Jerusalén 28 de Marzo del 2009

Queridos amigos de Convergencia.

Aquí les envió mi impresión sobre la situación politica en Israel que puedo adelantarles, es pesimista.

El sistema político israelí, como lo  saben, no es presidencial, sino parlamentario. El parlamento elige al primer ministro, que no tiene que ser forzosamente el candidato que haya sacado mas votos, sino el que puede obtener el apoyo de la mayoría de los diputados electos, por lo menos 61 sobre 120.

Netanyahu salió segundo en la ultima elección, 27 diputados frente a 28 de Livni, pero pudo juntar una mayor cantidad de votos de apoyo, sumando a los que él llamó sus "aliados naturales”, los partidos religiosos y de extrema derecha. Llegó así a tener el apoyo de 65, sumando a su partido, el Likud, derecha, al partido Israel Nuestra Casa, de Liberman, nacionalista y antiárabe, al partido Shash, nacionalista y ultraortodoxo, al partido Judaísmo de la Torah, ultraortodoxo no sionista, al partido Hogar Judío, de los colonos, derechista y religioso y al partido "Unión Nacional", colonos de extrema derecha, que incluyen a seguidores del rabino Kahana, fascistas.

Como ven un conjunto muy poco presentable ante la oposición israelí y ante el mundo.

Quedaban en la oposición el partido Kadima, de Livni, centro derecha, el partido Laborista de Barak, centro, el partido Meretz, izquierda, el partido Comunista, izquierda binacional y dos partidos árabes, el partido Árabe Democrático, laico, y el partido Unión Nacional, islamista.

Ante esa situación, Netanyahu necesitaba, desesperadamente, un aliado de entre los partidos de la oposición para salvar la apariencia de su gobierno ante el mundo y ante el gobierno de Obama. Finalmente consiguió el apoyo de Barak y de otros lideres laboristas veteranos a quienes prometió varios ministerios, utilizando el lema de la "unidad nacional" para enfrentar los problemas económicos y de seguridad, como una suerte de formula mágica independiente de los contenidos ideológicos de los partidos dominantes en la coalición. La actitud de Barak y de sus seguidores inmediatos, creó una gran oposición dentro del partido Laborista, pues muchos de sus miembros, especialmente los jóvenes, se negaban a ser el furgón de cola y tapadera de un gobierno de derecha/ultraderecha. Una reunion del Comite del partido Laborista, muy renyida y tempestuosa, termino aprobando la politica oportunista de Barak con un 55% a favor contra un 45% en contra de los votos.

Ahora existe el riesgo que algunos miembros indecisos del partido de Livni, intenten colarse a último momento en el poder, cosa que no se ha dado hasta hoy

Un aspecto interesante de la situación, es que el partido Laborista tiene trece diputados y de ellos, siete, pertenecen al grupo que no quiere unirse al gobierno.

Por ahora no piensan renunciar al partido, pero se reservan el derecho de votar según su propia conciencia, lo cual es una situación anómala, pues serian al mismo tiempo miembros de la coalicion gobernante, pero no se comprometen a apoyarla.

Es posible que finalmente, algunos se unan a Barak y a su zigzag político y otros formen una fracción disidente en el parlamento, para eso se necesitan por lo menos tres de ellos y formen un bloque opositor junto con Kadima y otras fuerzas.

De esta manera, tendríamos una oposición minoritaria, formada por la gente de Kadima que no deserte, por los laborista que no quieran unirse al gobierno, por Meretz, por los comunistas y por el partido árabe laico. Los islamistas juegan por la propia.

Una oposición cualitativamente valiosa pero cuantitativamente muy débil.

¿Qué es lo que se puede esperar si este gobierno se consolida? .En lo interno, una mayor discriminación antiárabe, el candidato a ministro del interior, Aranovitch, es un miembro del partido antiárabe de Liberman y eso augura graves problemas. Una mayor contribución económica a instituciones religiosas pese a la crisis y un predominio religioso en muchos aspectos de la vida cotidiana. Otro aspecto por ejemplo, el ministro de ciencias será un miembro del partido "Hogar Judío" de los colonos. También veremos cambios en la educación En el plano económico veremos la repetición de los remedios neoliberales que Netanyahu uso en su gobierno anterior que estan en descrédito en todo el mundo. En el  plano internacional es de esperar un endurecimiento con respecto a la politica de paz, aunque Netanyahu ha prometido respetar los acuerdos alcanzados hasta ahora y Liberman dice que en principio, no se opone a la solución de dos estados paralelos, uno palestino y el otro isaraeli, pero es de suponer que no darán pasos concretos en ese sentido. Netanyahu, además, ha creado la formula de "una paz económica" basada en la idea, de por sí correcta, de ayudar al crecimiento economico de los palestinos, pero que no va acompañada de ningun proyecto viable de acuerdo politico, lo cual la transforma en absurda. Los palestinos no se conformarán con una mejoría relativa de su situacion material, que simultáneamente no avance hacia la solucion de sus reivindicaciones nacionales, de la misma manera en que tampoco los judíos aceptaríamos una solucion semejante.

La idea de ver representada a Israel ante el mundo por una persona extremista como Liberman, es suficiente para provocarnos una gran preocupación.

 Dada la composición del gobierno y aunque Nethanyahu no incorpore al partido Unión Nacional, ultraderechista, es de prever que intentaran continuar a. paso acelerado los asentamientos en los territorios ocupados y esto pudiera provocar actos de terror árabes y actos de represalia israelíes.

El nuevo-viejo,  ministro de defensa, seguirá siendo Barak, cuyo desempeño durante la ultima operación terrestre en Gaza, no habla a su favor.

Como podemos comprender, todo esto aumentará el aislamiento internacional de Israel que se distanciaría de sectores importantes del pueblo judío en otros países y chocaría con la politica europea y con la de Obama.

A este último se le pregunto si creía que el nuevo gobierno israelí obstruiría las tratativas de paz y él respondió diplomáticamente: "No creo que las facilitará" y agrego,"pero de todos modos la situacion existente es insostenible y tiene que cambiar"

Si se me pregunta como es posible que la mayoría del pueblo israelí, haya votado semejante gobierno, diré que hay una suma de factores ideológicos de larga data más la inseguridad ante las amenazas continuas y la negacion de su derecho a existir provenientes de diversos factores, en especial de Irán y sus aliados. Israel es un país muy estructurado y militarmente fuerte, pero geográficamente muy vulnerable.

Con todo, creo que Israel, precisamente por su estructura y su creatividad en muchos aspectos de la ciencia y la tecnología, sobrevivirá a este gobierno que va a contramano de la historia, pero es de temer que en el ínterin haya mucho sufrimiento, tanto para los judíos como para los árabes, sufrimiento que, teóricamente al menos, seria posible evitar.

Cordialmente.

José Alberto Itzigsohn.

viernes, 3 de abril de 2009

A la izquierda de la sociedad

Por Sergio Bufano *
En los primeros años de la recién recuperada democracia, el destacado intelectual José Aricó decía a Página/12: “Alfonsín está a la izquierda de la sociedad”. Era una afirmación temeraria porque ya en esa época todos los partidos de izquierda mostraban su furia contra el gobierno elegido en 1983. ¿Era cierta esa frase?
Si echamos una mirada hacia atrás, podemos afirmar que Aricó no estaba tan desacertado. Comencemos por los datos y luego veamos los supuestos. El 40 por ciento de la sociedad había votado al doctor Italo Luder, a sabiendas de que el Partido Justicialista, a través de su dirigente, había aceptado la amnistía general dictada por la dictadura para protegerse a sí misma, vale decir, a todos los genocidas. Salvo que supongamos que los votantes peronistas son cándidos o distraídos, el hecho irrefutable es que ese 40 por ciento votó por la amnistía.
Y vamos a los supuestos: del 52 por ciento que votó por Raúl Alfonsín, ¿cuántos estaban verdaderamente dispuestos a que se juzgara a los responsables de la matanza? Nunca lo sabremos, pero bien podemos suponerlo. Hasta ese momento, los organismos de derechos humanos habían estado solos en su lucha; las Madres de Plaza de Mayo habían desfilado desafiando a la dictadura sin la compañía de la sociedad, que las miraba indiferente y en algunos casos hasta se mofaba de ellas.
Los obreros, proletarios, o como se quiera llamar a los trabajadores del país, no sólo eran ajenos a la lucha de los organismos y de las Madres, sino que ni siquiera participaron de sus movilizaciones. La dirigencia obrera congregada en una de las dos CGT de aquellos años había expulsado a empujones a las Madres al grito de “ni yanquis ni marxistas, peronistas”.
No vamos a hablar de las otras entidades de la sociedad civil, porque no se nos ocurriría pedir peras al olmo. Solamente una mención de bocas cerradas: Sociedad Rural, Unión Industrial, Iglesia Católica, Carbap, Coninagro, CGT.
Nadie, salvo las Madres, los organismos y minoritarios grupos de izquierda parecían estar dispuestos a llevar a los criminales al banquillo de los acusados. No hubo, salvo en la fantasía de nostálgicos que construyen pasados gloriosos, movilizaciones verdaderamente importantes para exigir el castigo.
Y, aunque sea doloroso recordarlo, hubo mucha más gente vivando al dictador Videla en Plaza de Mayo cuando Argentina ganó en 1978 el Mundial de Fútbol que en aquella emocionante marcha de las Madres en diciembre de 1983. Y sigamos con el dolor: una multitud fue la que acompañó al dictador Galtieri el 2 de abril, con la aventura de Malvinas.
Y todavía más recuerdos humillantes: los familiares estaban solos cuando la Comisión de Derechos Humanos de la OEA vino a la Argentina para investigar las desapariciones. El “pueblo”, término que se presta para todo, seguía entusiasmado a un locutor de fútbol que gritaba “los argentinos somos derechos y humanos”.
“Alfonsín está a la izquierda de la sociedad”, decía Aricó, y creo que tenía mucha razón. Porque, aunque las fotografías disimulen, no era una multitud la que acompañó en la Plaza a los miembros de la Conadep cuando entregaron al presidente de la Nación el informe final donde se narraba el desgarrador relato de siete años de tiranía.
Es cierto que la historia contrafáctica carece de sentido. Pero bien podemos preguntarnos: si Raúl Alfonsín llamaba a una consulta popular para decidir si se juzgaba a los militares, ¿cuál hubiera sido el resultado?
Uruguay, Brasil, Chile, Paraguay, todos los países de América latina trataron de tapar, fuera mediante consultas o dejando pasar el tiempo, la historia sangrienta a la que habían sido sometidos. No había antecedentes ni en Latinoamérica ni en el mundo.
En Italia, luego de la caída de Mussolini, fue Palmiro Togliatti, secretario general del Partido Comunista, el que promovió en 1948 la amnistía a los criminales fascistas. En España, cuando murió Franco, Adolfo Suárez impulsó la amnistía general con la aprobación de la mayoría de los partidos políticos.
En todos los casos se decidió “mirar hacia delante” y ocultar bajo la alfombra los trapos manchados de sangre. ¿Por qué? La explicación es sencilla: porque había miedo.
En los años ’80, los hoy octogenarios represores tenían mando de tropa, tenían armas, tenían cuarteles bien abroquelados y tenían a un líder llamado Aldo Rico. No era sencillo juzgarlos y meterlos presos.
Eso, entre otras cosas, reivindico del doctor Raúl Alfonsín: con una sociedad atemorizada –y en muchos casos sospechosa– se atrevió a avanzar con la Conadep y con el Juicio a las Juntas. No está nada mal para la historia argentina, acostumbrada a amnistías y olvidos que dejaron impunes a los criminales.

* Escritor y periodista, codirector de la revista Lucha Armada en la Argentina.

jueves, 2 de abril de 2009

Tragando sapos

Todavía hoy, con el cuerpo de Alfonsín entre el velorio y la tumba, sigo leyendo manifestaciones de desprecio sobre aquella "valija llena de dólares" del Pacto de Olivos.
Los argentinos siempre hemos sido afectos a las valijas llenas de dólares. Las de Bordón, las de Antonini Wilson y otras valijas que han hecho las delicias del odio de tantos contra otros.
La valija llena de dólares de Alfonsín la conocí de cerca.
Me lo encontré en una cena de fin de año, el 30 de diciembre 1993 y al acercarme a saludarlo a su mesa, me abrazó y me dijo "justo lo andaba buscando!. Llámeme mañana que tenemos que hablar".
El 2 de enero a la tarde estábamos los dos solos en su departamento de siempre de la avenida Santa Fé.
Alfonsín preparó un té para él y un café para mi y me invitó a sentarme.
"Mire. Me decidí a impulsar la reforma de la constitución y necesito que dirija la campaña publicitaria".
No me esperaba ese comentario.
"Porqué va a hacer eso, Presidente?"
"Porque el pais no podría soportar una reforma tramposa hecha entre gallos y medianoches con la mayoría menemista en el Congreso; y usted sabe que ellos son capaces de eso. La reforma del 49 excluyó a la oposición y terminó mal esa historia. La del 57 dejó afuera al peronismo, que estaba proscripto, y terminó peor, mucho peor. Tenemos que lograr consenso y amplio"
"Presidente: lo único que se me ocurre en este momento es que usted se va a tener que comer muchos sapos", le repliqué.
Me miró comprensivamente con esa sonrisa triste tan propia de él.
Hicimos la campaña y la UCR hizo la peor elección de su historia hasta ese momento.
Volví a encontrarme con Alfonsín un par de veranos más tarde, cuando me pidió que lo acompañara a lo que en ese momento era ATC para que le diera un poco de letra sobre aquella campaña durante una audición en vivo,
Salimos desde aquél mismo departamento: Alfonsín y yo en el asiento trasero de un Falcon con varios años de andar por las rutas. El calor era tremendo y el auto no tenía aire acondicionado.
"Doctor: porqué no cambia este cachivache?"
"Bueno, tengo tres razones por las que no puedo cambiarlo-me contestó- Una es que no tengo plata. Las otras dos razones no tienen la menor importancia" Y se rió con ganas adentro de ese horno.
Ahí está la respuesta a la valija llena de dólares que se llevó el malandrín corrupto al firmar el Pacto de Olivos...