sábado, 28 de marzo de 2009

Sergio

Por Hugo Presman


¿Sabes una cosa Sergio? No te reconozco. Y sin embargo estás igual. La misma kipa multicolor. La misma buena oratoria. Tu rostro joven. Si. Estás igual que cuando pedías justicia por las victimas del criminal atentado contra la AMIA. Ahí en Plaza Lavalle frente a tribunales. Cuando eras un referente de Memoria Activa. Junto a Diana Malamud y Laura Guinzberg. Pasó mucho tiempo. Por eso tal vez se me confunden los tantos. Pero si mal no recuerdo te referenciabas en Marshall Meyer, el rabino que acompañaba a las madres en los años de plomo, en sus rondas alrededor de la Pirámide de Mayo. Aquel al que un día se le acercó un padre cuya hija estaba desaparecida y le dijo: Marshall¿ Que haces aquí? ¿ Tenes un hijo desaparecido? No le respondió. Estoy aquí porque vos tenes un hijo desaparecido.

Estás igual y sin embargo no te reconozco a pesar de la misma kipa multicolor. Dejaste Plaza Lavalle y reapareciste en la Plaza del Congreso colocándote en el palco a la derecha de Blumberg. Cambiaste a la libertad del himno repetida tres veces por la seguridad por triplicado. Y eso no es muy republicano. Aunque entonces aún no habías adherido al discurso del democratismo vacío. Marshall Meyer ya no te guiaba. Ahora te seducía el falso ingeniero. Y la prensa del establishment empezó a darte espacio. Ahora te buscaban, hacías declaraciones, te convertías en un referente moral. Aunque para ello estuvieras rodeado de admiradores del terrorismo de estado, de la mano dura. Lejos quedaban los lunes poco concurridos de Plaza Lavalle. Ya no estas en Memoria Activa. Ahora militas en Amnesia Activa. Nada de lunes sin gente y sin prensa. Velas y medios. Buscaste la cobertura del cristianismo institucional: Bergoglio, Marcó. Escribiste un libro, El Manifiesto Cívico Argentino que parece una versión actual de los manuales de educación democrática, materia que se implementó a partir de la Revolución Fusiladora. Para que el pueblo no cayera nuevamente en una dictadura. Ahí también se hablaba de república y democracia mientras se proscribían a las mayorías populares. No se podía, sin cometer un delito, mencionar a Perón, Eva Perón, Partido Justicialista. No tenían voz los millones que lo respaldaban. Pero los Bergman de entonces hablaban de la segunda tiranía. Y los que se decían democráticos y revolucionarios eran entre otros tus socios actuales Sergio: la Sociedad Rural, el diario La Nación, la Iglesia Institucional, las franjas de clase media que miraban despectivamente a los cabecitas negras que tenían el tupé de gozar de derechos solo reservados hasta entonces a otros sectores. ¿ Sabes Sergio que los cabecitas negras han sido discriminados, aquí, en nuestra argentina, como los judíos los han sido en otras sociedades? Y vos Sergio, el que tenía como referente a Marshall Meyer, al humanismo judío, el de la kipa multicolor, hoy bendecís a muchos de los discriminadores. Hablás de nuestros hermanos del campo. No te referís a los peones rurales. A los pequeños y medianos propietarios por fuera del modelo sojero, a los campesinos sin tierras o expropiados de la zona no pampeana. A ellos no los ves. Los “hermanos del campo” son Biolcatti, Miguens, Llambías, Grobocopatel. Te convocan a dar charlas de la Mesa de Enlace junto a Vicente Massot, el sólido cuadro intelectual y propietario de Nueva Provincia, tradicional vocero de la Marina, que justifica la tortura, defendió el terrorismo de Estado y minimizó el holocausto. ¿Será que si ese Dios en que crees, contemplara nuevamente impávido una remake de los años de plomo, vos estarías contra los que denostaban a las madres que buscaban a sus hijos? Si existe una vida después de esta, Marshall Meyer debe haberse muerto de nuevo.

Pareces la versión religiosa en envase judío de Elisa Carrió. Por eso dijiste ayer: “Hay una Argentina que puede ser República después de Néstor” “No entreguen ningún voto, ni la dignidad” “Hay que llenar las mesas para que no nos roben los votos” “Tenemos que tomar eso que aprendimos de los hermanos del campo. Hay que organizarse para defendernos. La inseguridad se resuelve con decisión política”.

Créeme Sergio que no te reconozco. Aunque estés igual. Con tu kipa multicolor, tu habilidad oratoria y tu figura de joven querible. Cambiaste tu discurso y tus amigos. Tus aliados. Nunca más la marginalidad. Ahora la primera plana del establishment. Por eso dijiste ayer, en un acto contra la inseguridad que convertiste en un acto opositor, que no hay que confundir “el legado de Perón con la locura de Nerón”. No seas hipócrita Sergio. Vos, si hubieras sido contemporáneo y mayor de edad entre 1945 y 1955, habrías estado contra “ la segunda tiranía”. Preguntale sino a tus nuevos amigos. Donde estuvieron o donde se hubieran ubicados. Hubieras dicho que Perón era Nerón. Que incendiaba la República y asesinaba la democracia. Y que sus seguidores eran la barbarie. Para que se concrete la República que vos y tus aliados quieren, hay que implantar el voto calificado. Y en la lógica de ese razonamiento de democracia blanca es posible que vos como argentino de origen judío también quedes excluido.

Tanto esperar el Mesías, que te impacientaste. Tu confusión te llevó primero a encontrarlo en Blumberg y ahora en la Mesa de Enlace. Crees que Alfredo de Angeli es la reencarnación de un combatiente del Gueto de Varsovia y Elisa Carrió una continuación de los profetas.

No te reconozco Sergio Bergman. Te ha encandilado el vellocino del oro mediático. Cada vez más cerca de los poderosos. Reemplazaste el Antiguo Testamento por el diario La Nación. Cada vez más lejos de Dios si este existe. Que él, que contempló impávido Auschwitz y la Esma, los bombardeos en Gaza, en la Plaza de Mayo, las atrocidades múltiples y tus involuciones, te perdone.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Hugo, muy interesante tu articulo.
Pero me quedan algunas inquietudes luego de leerlo y analizarlo.
Honestamente no creo que Sergio este irreconocible. Fundacion judaica de la cual es parte y el mismo como actor dentro de la comunidad realiza su aporte hacia adentro y hacia afuera de la comunidad judia.
Ademas, no considero que la tarea que se ha propuesto realizar Sergio con su aporte republicano sea de derecha o de izquierda. Y cual seria el problema de que sea de derecha?
Haciendo un analisis serio del nucleo de tu razonamiento en el articulo, veo que buscas silogismos mediante metodo deductivo de razonamiento que si las premisas de las cuales partis son erroneas, en vez de un silogismo llegas a una falacia.
Por ejemplo, el hecho de compartir un escenario con blumberg lo convierte a Sergio en un tipo de derecha. Es una falacia. Lo mismo respecto a la mesa de enlace. No dialogar con otros sectores porque apoyarian el holocausto es una desinteligencia. En la historia del pueblo judio hemos conversado y convivido con otros sectores aun cuando tiempo despues esos mismo eran los encargados de matarnos y echarnos de sus territorios. Lamentablemente siempre fue asi, pero la verdad es que no lo veo a Biolcatti implementando la "solucion final". Me parece que tus convicciones filosoficas e ideologicas (que respeto totalmente) te llevan a hacer comparaciones inconmesurables.
Veo en tu articulo un reduccionismo y una pereza intelectual identica a la utilizada por el Kirchnerismo para confrontar y descalificar. "Todo el campo tiene plata, es malo, oligarca y por ende de derecha. El campo apoyo hace 35 años a la dictadura entonces hoy tambien son todos fachos genocidas".
La logica que utilizas y que tambien utiliza el kirchnerismo se basa en la nostalgia y el deseo de revancha, todo sentimientos irracionales y antisociales que generan odio, distanciamiento y falta de consensos.
Por ultimo, no creo sano para la colectividad la publicacion de estos asuntos y otros. Cuando se estaban por realizar las ultimas elecciones en la AMIA se publico un articulo en pagina central del domingo en Clarin o La nacion (no recuerdo) un articulo de opinion de un miembro de la colectividad hablando de los cementerios judios, las distintas corrientes y para opina cada una sobre quien es o no es un judio legitimo. Me parecio un gran error. Y tu articulo tambien. Si Sergio logra legitimidad social y logra realizar un aporte bienvenido. Otros judios han hecho grandes nogocios con Menem mientras volaban la embajada y la AMIA. No he visto un rechazo publico a esos personajes.
Considero que es muy sano poder conversar y alcanzar consensos con todos los sectores, de derecha o de izquierda.
Por mi parte, podria hacerle una critica constructiva a Sergio y seria que ademas de sostener y difundir valores civicos y democraticos, haria mas incampie en la lucha contra la pobreza y el narcotrafico (en especial el paco) que es el origen de la desigualdad y la inseguridad. Hablar en publico de esto ultimo, seria (en tu modo de analisis) que sergio estuviese mas cerca del centro que de la centro derecha. Aclaro, no se ni me interesa de que lado esta.
Saludos!!!